RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

La resolución de conflictos es una dimensión transversal que se trabaja en los distintos espacios del proyecto, tanto en el centro de día como en los recursos residenciales. Se considera clave para mejorar la convivencia, fomentar el respeto mutuo y desarrollar habilidades personales necesarias para la inclusión social.

Buscamos lo siguiente:

  • Abordar los conflictos desde una perspectiva educativa y participativa.
  • Prevenir situaciones de tensión o exclusión dentro del grupo.
  • Fomentar la comunicación asertiva y el respeto en la convivencia.
  • Ofrecer acompañamiento personalizado en conflictos familiares, de pareja o comunitarios.

La intervención se articula a través de diferentes espacios:

Asamblea semanal:

Espacio de participación colectiva donde se abordan conflictos surgidos en la convivencia diaria. Se fomenta la implicación activa de las personas participantes en la búsqueda de soluciones y mejora del clima grupal.

Reuniones de convivencia:

Encuentros periódicos en los pisos donde se organizan tareas comunes y se abordan conflictos entre convivientes, promoviendo la corresponsabilidad y la cohesión grupal.

Talleres de habilidades sociales:

Se trabajan técnicas de gestión emocional, comunicación y resolución de conflictos, incluyendo dinámicas de role-playing, especialmente útiles en el marco de la inserción sociolaboral.

Intervención individual:

Se presta acompañamiento personalizado en situaciones de conflicto, incluyendo mediación familiar, apoyo en relaciones con arrendadores o recursos sociales, y coordinación con servicios externos como salud mental o el CAID cuando la situación lo requiere.

Evaluación del impacto:

La resolución de conflictos se contempla como un indicador cualitativo y cuantitativo del proyecto, valorando tanto las intervenciones realizadas como la evolución de la convivencia y la estabilidad emocional de las personas participantes.